¿Con qué fin se lleva a cabo la virtualización de un sistema operativo?
Se trata de uno de los usos más comunes últimamente en lo que respecta a los sistemas operativos a nivel empresarial y académico. Básicamente hablamos de la utilización de máquinas virtuales para la instalación de los sistemas y su explotación.
Gracias a la virtualización de sistemas operativos es posible disponer de varios sistemas dentro de un mismo hardware u ordenador.
Cuando adquirimos un ordenador, habitualmente este viene con un sistema operativo ya instalado, que suele ser Windows o en el menor de los casos, Linux. En las ocasiones en las que el hardware no dispone de sistema operativo, instalar uno es un proceso bastante sencillo ya que los propios fabricantes de sistemas han desarrollado secuencias de instalación especialmente simples e intuitivas con el fin de que cualquier tipo de usuario informático pueda llevarlas a cabo sin problema.
El objetivo principal de la virtualización de sistemas operativos es poder disponer de más de un sistema operativo dentro del mismo ordenador. Esto es posible gracias a softwares de virtualización que posibilitan el acceso a sistemas operativos adicionales al sistema operativo anfitrión.
Para entender mejor todo el proceso, a continuación, nos detendremos en explicar los diferentes conceptos clave que hacen posible la virtualización de un sistema operativo.
Componentes clave en el proceso de virtualización de sistemas operativos
Resumimos los componentes principales en el proceso de virtualización de sistemas operativos.
– Ordenador o máquina real: Aquí no hay posible confusión, puesto que se trata de nuestro ordenador, del hardware que emplearemos a la hora de desarrollar el proceso, desde la CPU hasta la pantalla.
– Sistema operativo anfitrión: Se trata del sistema operativo instalado en la máquina real. Como comentábamos anteriormente, en la mayoría de los casos al adquirir el ordenador, éste ya lo trae instalado, pero siempre es posible desinstalarlo e instalar otro diferente. Todo dependerá de nuestros gustos y preferencias.
– Programa de virtualización: En este caso hablamos del software que emplearemos para desarrollar la virtualización del sistema operativo anfitrión. Su función es la de servir de contenedor de otras máquinas virtuales. Los más populares son los programas VMware y Virtual Box.
– Ordenador o máquina virtual: Es una emulación del hardware de un ordenador. Contiene todo el conjunto de archivos y directorios propios de una máquina real, donde se instala un nuevo sistema operativo virtual.
– Sistema operativo virtual: Es como si fuera un sistema operativo invitado dentro de nuestro ordenador. Cumple con las funciones habituales de cualquier sistema operativo, siendo posible la instalación de programas específicos y su ejecución.
Una vez repasados los conceptos clave, el proceso queda mucho mejor definido. Como podemos observar, básicamente se emplea un software a modo de contenedor para albergar un nuevo sistema operativo dentro de nuestro ordenador y que éste pueda convivir con el sistema operativo instalado en nuestro hardware.
Virtualización con Hyper-V en Windows
Hyper-V es la manera más sencilla para virtualizar un sistema operativo ya que se encuentra implementada de forma nativa en las versiones PRO de Windows 10 y Windows Server.
Existen distintas formas para activar Hyper-V en Windows y acceder así a la virtualización del sistema operativo.
Activar Hyper-V en Windows 10 desde configuración
Desde el menú de configuración de Windows 10 podemos acceder a la activación de Hyper-V. Los pasos son los siguientes:
- Acceder a «Activar o desactivar las características de Windows» desde el menú.
- Clicar en «Aplicaciones».
- Una vez en aplicaciones deberemos clicar en «Opciones de configuración relacionadas».
- Se abrirá una nueva ventana en la que clicaremos en el símbolo de seguridad situado a la izquierda con la frase «Activar o desactivar las características de Windows».
- En la lista de características buscaremos la carpeta «Hyper-V» y marcaremos todas las subcarpetas que cuelguen de ella.
- Para arrancar Hyper-V se deberá reiniciar el equipo.
Activar Hyper-V con PowerShell
Mediante la consola de comandos de PowerShell también es posible activar Hyper-V. Para ello haremos clic con el botón derecho sobre el menú de inicio y accederemos a la opción “Windows PowerShell (Adminitrador)”. Para acceder a Hyper-V será necesario escribir la siguiente línea de código y pulsar enter:
Enable-WindowsOptionalFeature -Online -FeatureName Microsoft-Hyper-v –All
Una vez escrita la línea de código tan solo deberemos reiniciar el ordenador para que se ejecute Hyper-V en el sistema.
Virtualización con VMware
VMware, al contrario que Hyper-V es una herramienta o software externo que se puede ejecutar en un ordenador para realizar una virtualización de otro sistema.
El software proviene de la empresa del mismo nombre fundada en 1998 y está disponible para los principales sistemas operativos.
VMware cuenta con dos tipos de software:
- VMware ESXI. Con este software instalado podremos ejecutar desde nuestro servidor otro sistema operatvo, es decir, realizar una emulación, ya que se trata de una aplicación y no de un sistema operativo al uso.
- VMware vCenter Server. Este software sí permite manejar una máquina virtual desde nuestro entorno. Puede soportar hasta un máximo de 1.000 hosts ESXi y 15.000 máquinas virtuales registradas.
Ventajas de la virtualización de un sistema operativo
Seguramente sean más las ventajas que los inconvenientes a la hora de desarrollar dicho proceso, pero lo cierto es que también los hay. En este apartado te contamos todo lo que debes tener en cuenta si estás pensando en desarrollar una virtualización de un sistema operativo.
Por supuesto la virtualización de un sistema operativo presenta varias ventajas. Te las resumimos a continuación.
– Este proceso nos proporciona la opción de disfrutar de una administración global centralizada en un único hardware. Basta con un único ordenador para configurar diferentes ordenadores virtuales, acceder a ellos y ejecutar los procesos que requiramos. De ahí que sea una medida cada vez más empleada en compañías.
– Si por ejemplo, deseamos desarrollar una red doméstica, este proceso nos permite disponer de diferentes sistemas operativos ejecutándose al mismo tiempo.
– También se trata de una medida muy empleada para crear los llamados laboratorios softwares. Básicamente hablamos de un sistema operativo empleado para la realización de tests. Por ejemplo, imaginemos que formamos parte de una empresa creadora de softwares y que desarrollamos la versión BETA de nuestro programa. Gracias a disponer de un sistema operativo virtual, podremos testar dicha BETA sin comprometer al sistema operativo instalado en nuestro ordenador. Así, si algo falla no será necesario formatear la máquina y volver a tener que instalar todos sus programas.
– La última ventaja, pero no menos importante, es el ahorro. Nos referimos tanto al ahorro de espacio físico, como de energía eléctrica. Volviendo al ejemplo de cualquier tipo de empresa, este proceso puede traducirse en la necesidad de emplear menos ordenadores, menos coste en la factura de la luz, menos calor generado en la oficina… En resumen, un importante ahorro económico.
Principales inconvenientes de la virtualización de un sistema operativo
– Como es lógico, no podemos esperar un rendimiento similar en el sistema operativo invitado que en nuestro sistema operativo anfitrión. Con el fin de minimizar la diferencia, lo más conveniente es utilizar un ordenador potente, lo que nos lleva al siguiente punto.
– La virtualización de un sistema operativo depende directamente del hardware del ordenador donde vaya a llevarse a cabo. En concreto, nos referimos a su memoria RAM. Pongamos por ejemplo que utilizamos un ordenador con 4 GB de RAM y que debemos destinar 1,5 GB al sistema operativo virtual. En este caso, dispondremos de sólo los 2,5 GB restantes para utilizar el ordenador real.
Es por ello, que siempre es recomendable desarrollar este proceso en un equipo con una memoria RAM especialmente potente.
– Si el sistema operativo anfitrión se bloquea o sufre cualquier tipo de avería, esto nos impedirá poder acceder a los sistemas operativos virtuales que aloja.
– La virtualización de un sistema operativo tiene ciertas limitaciones. Por ejemplo, es muy difícil que podamos disfrutar de una buena experiencia si queremos jugar a un juego con unos gráficos 3D potentes al no disponer de la aceleración de vídeo que desarrolla el hardware.
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